La actividad económica es una parte crucial de la vida social

En los últimos tiempos se habla mucho de la relación entre prosperidad económica, cultura y confianza. En particular se habla mucho de que el trabajo es un aspecto clave en la formación de las personas, pero también en la construcción de la sociedad en sí misma.

En el año 1995, Francis Fukuyama publicó el libro “Trust:  The Social Virtues and the Creation of Prosperity” (La confianza: las virtudes sociales y la creación de prosperidad), cuyo argumento central es que el nivel de confianza existente en un país incide directamente en la creación de riqueza y en el bienestar.  

En el libro Fukuyama también escribe sobre la importancia de la actividad económica en la construcción de la vida y los valores sociales. 

Transcribimos algunos fragmentos. 

“Probablemente el área más crucial de la vida moderna en la que la cultura ejerce una influencia directa en el bienestar de las personas y en el orden internacional, es la economía. A pesar de que la actividad económica está inextricablemente vinculada con la vida social y política, hay una tendencia equivocada, alentada por el discurso económico contemporáneo dominante, según el cual la economía es una faceta de la vida que tiene sus propias reglas y que está separada del resto de la sociedad. Vista de esta manera, la economía sería el lugar en el que se encuentran las personas tan sólo para satisfacer sus necesidades y deseos egoístas, para luego retirarse a sus vidas sociales ‘reales’. Pero en la sociedad moderna, la economía constituye uno de los espacios más importantes y dinámicos de la socialización humana. Prácticamente todas las actividades económicas, desde una tintorería hasta la fabricación a gran escala de circuitos integrados, requieren de la colaboración entre los seres humanos. Las personas trabajan en organizaciones para satisfacer sus necesidades individuales, pero a su vez el lugar de trabajo hace que las personas salgan de su vida privada y que se conecten con un mundo social más amplio. Esta conectividad no es sólo un medio para recibir un ingreso sino también un importante fin sí mismo de la vida humana. Incluso quienes lo hacen por egoísmo, ansían formar parte de comunidades más grandes”.

“La satisfacción que se deriva de estar conectado a otros en un lugar de trabajo surge del deseo humano fundamental de reconocimiento”.

“De este modo, la actividad económica representa una parte crucial de la vida social y es una forma de estar juntos en base a normas, reglas, obligaciones morales y otros hábitos que en conjunto le dan forma a la sociedad”. 

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Imagen: Fragmento de la portada del libro Trust, de Francis Fukuyama