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No todo es como parece

Por Fernanda Fontes

En el Centro Deportivo Municipal de Piriápolis (Uruguay) se reúne un grupo de aficionados amantes de las carreras de pedestrismo, grupo dirigido por Omar Clok.

Un día llegó a la pista un adolescente interesado en unirse al grupo. No tenía aspecto de corredor: usaba una bermuda de surfista, una remera del Barca con el nombre de Ronaldinho en la espalda y un par de zapatillas de lona.

Y así, vestido de “de calle”, largó a entrenar con el  grupo en la pista. A juzgar por su atuendo, daba para preguntarle ¿dónde dejaste la tabla de surf’? Pero una vez que se integró al grupo se desempeñó como “pez en el agua”… y fue una esperanzadora sorpresa.

Se llama Santiago Casco. Los que vivimos en Piriápolis, “nos llenamos la boca” al decir que es de Piriápolis. Quienes lo vimos crecer y vimos el proceso desde aquel adolescente al atleta de élite que es hoy sentimos profunda admiración por él, por su evolución, y por sus logros.

Verlo trotar es el ejemplo vivo de una técnica perfecta. Si uno observa su fotografía actual (ver portada), su biotipo lo delata, se ve que nació para correr. Es pura fibra, piernas largas de músculos estilizados, brazos largos torneados, tronco erguido y magro. Es realmente un deleite verlo correr. Parece que todo fuera fácil.

En aquel grupo inicial, a medida que los entrenamientos se sucedían, con Omar Clok responsable por su evolución, supervisándolo, estimulándolo, corrigiéndolo, entrenándolo…no quedaban dudas de que estábamos frente a un futuro corredor de élite. Era claramente un diamante en bruto, pero Omar con su experiencia y sabiduría fue sacando lo mejor de él y haciéndolo brillar.

Por supuesto que Omar y todos captamos su potencial y fue así como Omar le propuso un entrenamiento que él aceptó y cumplió. Pero más adelante tomó otras decisiones como participar en el grupo de atletismo del Campus y hasta se fue a Porto Alegre a entrenar.

Aquel verano en el que él dio sus primeros pasos, el grupo tenía un objetivo en mente, y era participar de una carrera 10k que se realizaría en Montevideo.

Y llegó el día, muchos integrantes del grupo fueron debutantes en esa carrera, y por primera vez corrieron en la calle unos 10 km. Entre ellos estaba un ilusionado Santiago, que en una especie de cábala o amuleto, llegó con su característico atuendo: bermuda de surf, remera del Barcelona con el nombre de Ronaldinho y sus zapatillas de lona extra chatas.

La carrera se largaba en el centro de Montevideo y culminaba en Pocitos, en el repecho donde está Kibón. Llegó el momento de la largada y el grupo de Piriápolis se encontraba mezclado entre la multitud. Pero había un corazón en especial que latía diferente ese día, el de Santiago.

Llego el clásico y esperado 3…2…1…!!!!! Los del grupo salieron caminando la primera cuadra por lo multitudinario de la convocatoria. La gente te acompaña, te lleva, te estimula, compartís todo el recorrido con personas de diferente edad, sexo, y estado físico. Pero todos unidos por un objetivo común: llegar.

Y  Santiago largó esta carrera con ese objetivo y lo cumplió. Llegó. Pero a diferencia de muchos otros, él llegó entre los primeros, en la 7ª posición de la general a tan solo 3´16” del ganador, Andrés Zamora, un corredor uruguayo de larga trayectoria. Ni bien Santiago cruzó el arco de llegada, con el corazón inyectado en sangre y desbordado de emoción, se le acercó personal responsable de la organización y lo retiró de la carrera. Le dijeron que desconfiaban de su performance. Lo indagaron: ¿donde había comenzado la carrera? Le dieron a entender que no había largado desde el centro de Montevideo.

¿Y por qué sucedió este episodio tan desafortunado que borró SI, la sonrisa de Santiago, pero NO su satisfacción personal por lo logrado, vivido y disfrutado?

Es muy probable que haya tenido que ver su aspecto, su indumentaria que evidentemente no era la apropiada para un atleta profesional. Él con su aspecto de surfista, corrió y a todos sorprendió y deslumbró.

Luego del trago amargo y tras hacer el reclamo, las disculpas llegaron y por supuesto se aceptaron, aunque no dejó de ser un hecho que nos entristeció.

Santiago regresó junto al grupo de corredores de Piriápolis con un claro objetivo en su mente y en su corazón: seguir entrenando porque al mes siguiente se corría otra carrera muy importante de Uruguay, organizada por Nike. Por supuesto que Santiago iba a salvar su honor e intentar repetir la actuación.

En Piriápolis habíamos formado un club de Mountain Bike, el ”Club Amigos del Deporte”. Participábamos de todas las carreras de M.T.B, y organizábamos carreras. Con lo recaudado, ayudábamos a quién lo necesitaba.

Convocamos a todos los socios a una reunión del club para comentarles la anécdota de la carrera y se votó una muy justa moción: con el dinero que tenía recaudado el Club llevarían a Santiago a comprar ropa y zapatillas adecuadas para el próximo objetivo: “los 10k de Nike”, para que ahora sí, “con indumentaria adecuada de atleta PRO”, no se cuestionara su performance.

Esta era su 2° carrera, multitudinaria y salió en el puesto 11°, a 3´17” de Andrés Zamora. Otra vez.

Solo que esta vez lo aceptaron como atleta de élite y no terminó ahí, porque ese mismo día recibió la propuesta de Reebook para ser su sponsor, lo que sigue así hasta el día de hoy.

Desde aquella primera carrera hasta hoy hablar del palmarés de Santiago es extenso. Solo voy a destacar el año 2014 donde comenzó ganando la “San Felipe y Santiago” (10k,  Montevideo), siguió con la “San Fernando” (10k, Punta del Este y Maldonado) después siendo profeta en su tierra ganó la “Doble San Antonio” (8k, Piriápolis), lo que lo destaca como el primer locatario en ganar la Clasificación general en 70 años que lleva organizada la carrera.

Así que se demostró que la indumentaria no hace la diferencia, no gravita a la hora de la actuación. Por eso y como él lo tiene claro, ha puesto el foco, el talento, la capacidad y toda su pasión a disposición para su preparación.

El siguiente mensaje lo escribió al otro día de la Corrida de la Doble San Antonio de este año 2015, carrera en la que no pudo terminar. Así es Santiago.

“Quiero agradecerle a todos los que se preocuparon ayer por mí.

Simplemente no salió la carrera que teníamos pensada.

Pido perdón por no llegar a la meta, se que hubo mucha gente esperándome para darme su cariño y aliento como lo hacen siempre, pero bueno… carreras son carreras, algunas se dan y otras no, lo importante es seguir intentándolo, nunca bajar los brazos. Con errores y aciertos vamos a seguir por más porque lo mejor está por venir.

Estoy bien y con ganas de seguir y levantar esto. Siempre positivo y por más, por mucho más. Nos vemos en carrera”.

 

A mí solo me queda decir, lo que le digo siempre.

Keep running Santiago…

With your legs,

With your mind…

But the most important thing….

Run with your heart”

 

(Sigue corriendo Santiago, con tus piernas, con tu mente, pero lo más importante … sigue corriendo con tu corazón). 

 

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