Se le llama autoboicot a las acciones que uno realiza y que lo perjudican en su propio desarrollo personal. Son trampas para ratones que nos ponemos nosotros mismos.
Victoria Joanna Bailey, experta en temas de desarrollo personal, publicó un artículo en el que describe cinco maneras frecuentes de autoboicot.
“Comenzamos con las mejores intenciones”, señala, “hasta que de modo sutil y por lo general por razones que no comprendemos totalmente, tomamos decisiones y actuamos de modo tal que socavamos nuestros propios esfuerzos”.
No aceptamos que los demás me ayuden. “El éxito rara vez se obtiene de forma solitaria. No importa de qué se trate el proyecto: siempre necesitamos el apoyo de amigos, familia, mentores, coaches, maestros y equipos”, afirma la autora. “Usted boicotea su esfuerzo cuando no se de la oportunidad de tener éxito haciendo uso del apoyo que necesita”.
No festejamos los pequeños logros. “Los seres humanos prefieren el placer al dolor. Nos gusta sentirnos bien. La reafirmación, el reconocimiento y la aprobación nos motivan y nos dan confianza”, señala Bailey. “Para lograr ciertos objetivos, necesitamos de semanas, meses, e incluso años. Si no dividimos el objetivo en muchos objetivos más pequeños, que puedan ser festejados mientras avanzamos, nos privamos de la motivación que necesitamos para continuar avanzando en el camino hacia el gran objetivo”.
Dependemos de nuestra fuerza de voluntad. “La voluntad puede ser una buena fuente de motivación, pero sirve en el corto plazo”, afirma Bailey. La voluntad debe ir acompañada de motivación e inspiración. El objetivo a perseguir debe despertar nuestra pasión, que es la verdadera fuerza que nos permite superar obstáculos y lograr objetivos.
Nos enfocamos en el fracaso. La diferencia entre las personas que logran sus objetivos en la vida y las que no, es que las primeras “tienen más fracasos en sus vidas porque los riesgos y los intentos fallidos son los que los llevan a profundizar su conocimiento, desarrollar sus capacidades y encontrar las oportunidades que les permiten llegar al éxito”, señala la autora. Cuando el fracaso se percibe como sinónimo de incapacidad, afecta la confianza y la autoestima. La manera de no caer en el autoboicot es considerar a los fracasos como oportunidades de aprendizaje.
No planificamos bien. “Hay un dicho que dice ‘si fallas en planificar, planificas fallar”, subraya Bailey. “La realidad es que la vida moderna es muy agitada, y todos estamos muy ocupados. Si no agendamos y planificamos lo que tenemos que hacer, no lo hacemos”. Para no caer en el autoboicot lo que debemos hacer es reconocer la necesidad de planificar y asegurarnos que los objetivos que queremos lograr estén integrados a nuestra agenda de todos los días.
El artículo completo en inglés se puede leer en http://www.besthealthmag.ca/embrace-life/life-and-work/5-ways-you-may-be-sabotaging-yourself
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Imagen: Human Trap (de Memkaos/Flickr, 3/5/2011)
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