Todos conocemos el dicho “esconder la cabeza como un avestruz”, que significa pretender esconder algo que no se puede esconder. Hoy en día investigadores en psicología social utilizan la expresión Ostrich Problem (El problema de la avestruz, o Efecto Avestruz) para identificar un comportamiento que revela falta de control en uno mismo. Definen el Efecto Avestruz, como aquellas “situaciones en las cuales las personas reciben información relevante pero de forma intencional fallan al evaluar las consecuencias que podría tener en el avance hacia sus objetivos. Dicho de otra manera, de modo más funcional: rechazan la información” (“The Ostrich Problem…”, publicado en Social & Personality Psychology Compass).*
El logro de los objetivos importantes requiere de un cierto tiempo y la realización de muchas tareas. A lo largo del camino, necesitamos observar nuestros comportamientos y registrar los resultados obtenidos en sucesivos puntos en el camino, y luego compararlos con ciertos valores de referencia confiables. De esa manera, podremos monitorear el progreso logrado. Si no estamos avanzando lo suficiente o nos desviamos del camino, esta información nos permite hacer correcciones y ajustes.
En ocasiones, afirman los autores del artículo antes mencionado, “las personas rechazan la información porque no es consistente con sus actitudes actuales, con sus expectativas, con sus creencias, les exige actuar de una manera que no desean o les sugiere que sus avances son escasos. A veces sienten que les puede causar emociones negativas o que perderán de disfrutar de emociones que les agradan”.
Cuando ignoramos esa información que nos indica que las cosas no van bien, lo que va a ocurrir es que no vamos a lograr nuestra meta, lo que cual a larga nos va a perjudicar mucho más que si aceptamos lo que esa información nos está diciendo y corregimos a tiempo. Los autores se preguntan porqué la gente hace esto, para lo que ensayan algunas posibles respuestas, entre ellas que hay quienes procuran siempre evitar las “malas noticias” o “las emociones negativas”, hay quienes desean “tener una buena imagen de sí mismos”, y hay quienes “rechazan la información porque dicen que ellos son diferentes”.
El “efecto avestruz” revela la dificultad de la persona para el autocontrol. Aquellas personas que tienen control de sus propias vidas se plantean objetivos importantes y desafiantes y hacen un seguimiento periódico de los avances logrados. Según los autores, la idea de que la persona es capaz de “monitorear el avance hacia los objetivos es central en el autocontrol”.
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