Decir que Raúl es un ejemplo, es una redundancia. Raúl se propone metas desafiantes. Lo que para Raúl es una meta, para muchos es una locura y dicen que es absolutamente imposible. Hace dos años, a los 75, compitió en el Mundial Masters de Atletismo en Finlandia. Quería ser campeón del mundo en Decatlón. Compitió, se lastimó y llego en tercer lugar. Logró la medalla de bronce. Nada más ni nada menos. Acá todos festejamos. Pero para él eso no fue suficiente. El quería y sentía que podía lograr el oro. En esa oportunidad – desde su preparación en Montevideo hasta su competición en Lahti, Finlandia – un equipo de filmación lo siguió a cada paso e hizo un documental que se estrenó en el East Harlem International Film Festival. El film logró el primer puesto en la categoría documentales. Allí fue con Susana, su esposa, invitado para la presentación del film. También hubo mucho interés en su trabajo educativo y tuvo varias entrevistas con personalidades que llevan adelante trabajos de recuperación o entrenamiento para deportistas de alto nivel y para adultos mayores.
Cuando volvió a Montevideo después de su viaje por el Festival, nos encontramos y guitarra de por medio me contó la fabulosa experiencia. Y, por supuesto hablamos del futuro y de lo que iba a hacer. Me comentó que competiría en el Mundial de Atletismo en Sacramento en julio de 2011. Pero que sólo lo haría en garrocha, no en Decatlón. Lo conozco bien y sentí que me lo decía con cierta bronca. Pocos días después me dijo que había tomado una decisión: competiría en Decatlón. Ja! Ya me parecía, me dije. Y, por supuesto, fue a buscar el oro.
Y, hace dos días, a los 77, lo consiguió.
Todos los que lo conocemos estamos felices por este precioso momento. Ahora a disfrutarlo!…como corresponde. Como dije, Raúl es un ejemplo. Por eso me encanta la frase que dice: “aquellos que dicen que no se puede hacer son generalmente interrumpidos por alguien, haciéndolo”
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