in , ,

El profesor y el 5 %

 

Por Gustavo Toledo

La historia no me pertenece. Ni sé a quién le pertenece. Supongo que a esta altura ya es un poco de todos y al mismo tiempo de nadie. Alguien me la hizo llegar hace algún tiempo, la leí y me gustó. Acto seguido la copié y la compartí entre algunos colegas. Estos, a su vez, la compartieron con otros, y estos con otros. Ignoro qué camino recorrió, lo que sí sé es que me acaba de llegar a mi correo electrónico después de haber dado innumerables vueltas, la volví a leer y me gustó tanto que quiero compartirla con ustedes.

Después de todo, ¿qué otra cosa podría hacer con ella más que ayudarla a seguir dando vueltas?

Bueno, aquí va:

Teníamos una clase de Filosofía en la Facultad después de la Semana Santa. Como la mayoría de los alumnos había viajado, todos estaban ansiosos por contar sus novedades a los compañeros y la excitación era general.

El viejo profesor entró en el salón e inmediatamente percibió que tendría dificultad para conseguir silencio. Con una enorme dosis de paciencia intentó comenzar la clase; ¿tú crees que nos callamos?

¡Nada!

El profesor volvió a pedir silencio. No resultó, ignoramos la solicitud y continuamos conversando. Ahí fue cuando el viejo profesor perdió la paciencia y nos retó, como nunca antes lo había hecho. Mira lo que dijo:

“Presten atención porque voy a decir esto una sola vez”, señaló, levantando la voz.

Un silencio de culpa se instaló en todo el salón. El profesor continuó:

“Desde que comencé a enseñar, hace ya muchos años, descubrí que nosotros los profesores trabajamos con el 5% de los alumnos de una clase. En todos estos años observé que de cada cien alumnos, apenas cinco dejan alguna marca en el futuro, apenas cinco se vuelven profesionales brillantes y contribuyen de forma significativa a mejorar la calidad de vida de las personas.

El otro 95% sólo sirve para hacer volumen. Son mediocres y pasan por la vida sin dejar huella.

Lo interesante es que este porcentaje vale para todo el mundo. Si ustedes prestan atención notarán que de cien profesores, apenas cinco son los que hacen la diferencia; de cien médicos, apenas cinco son excelentes; de cien abogados, apenas cinco son verdaderos profesionales; y podría generalizar más: de cien personas, apenas cinco son verdaderamente especiales.

Es una pena muy grande no tener como separar este 5% del resto, pues si eso fuera posible, dejaría apenas los alumnos especiales en este salón y mandaría a los demás afuera; entonces tendría el silencio necesario para dar una buena clase y dormiría tranquilo sabiendo que he invertido en los mejores.

Pero desgraciadamente no hay cómo saber cuáles de ustedes son esos alumnos. Sólo el tiempo es capaz de mostrar eso. Por lo tanto, tendré que conformarme e intentar dar una buena clase para los alumnos especiales, a pesar del desorden hecho por el resto.

Claro que cada uno de ustedes siempre puede elegir a qué grupo quiere pertenecer.

Gracias por la atención y vamos a la clase de hoy”.

No es preciso describir el silencio que se hizo en la clase en ese momento, ni el nivel de atención que el profesor consiguió después de aquel discurso. El reto nos tocó a todos, pues el curso tuvo un comportamiento ejemplar en todas las clases de Filosofía durante todo el semestre. A fin de cuentas, ¿a quién le gustaría ser clasificado como “parte del montón”?

Hoy no recuerdo muchas cosas de las clases de Filosofía, pero del reto del profesor nunca más me olvidé. Para mí aquel profesor fue uno del 5% que hizo la diferencia en mi vida. De hecho, percibí que él tenía razón y, desde entonces, he hecho todo para estar en el grupo del 5%, pero, como dijo él, no hay cómo saber si vamos por buen camino o no, sólo el tiempo dirá a qué grupo pertenecemos.

Sin embargo, una cosa es cierta: si no intentamos ser especiales en todo lo que hacemos, si no intentamos hacer todo lo mejor posible, seguramente seremos uno más del montón.

 

Imagen: When teacher’s back is turned, de Jacob Taanmann (óleo sobre tela)

 

Artículos relacionados:

Cuestión de títulos

Si queremos cambiar, cambiemos lo que hacemos

 

 

 

No te pierdas lo mejor de No Más Pálidas

Suscríbete para recibir más contenido Anti-Pálidas a tu inbox.

Thank you for subscribing.

Something went wrong.

What do you think?

18 Points
Upvote Downvote

Comments

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

Loading…

0

¿Cómo serás dentro de diez años?

Diez frases para emprendedores