La forma en que comenzamos nuestra jornada laboral determina nuestra productividad. La periodista Elana Gross, en un post publicado en Levo.com, propone hacer a primera hora de la mañana las siguientes cuatro tareas.
1. Comerse el sapo. Es una expresión que significa hacer aquello que más nos incomoda, nos resulta más difícil o nos desagrada. El no hacerlo nos retrasa, nos complica, y por lo tanto tendemos a postergarlo.
2. Enfóquese en las prioridades. Comience su día haciendo aquello que necesita ser hecho ese mismo día. No comience leyendo y respondiendo mails de personas que requieren cosas de usted, pero que no están relacionadas con sus prioridades. Revise el mail, pero con el único fin de detectar algo muy urgente o algo que pueda alterar la agenda del día.
3. Concéntrese en su lista de tareas. Lo mejor es que su lista de tareas esté definida desde el día anterior. Revísela y asegúrese de que va hacer aquello que lo ayuda a lograr los objetivos de la empresa, del equipo y, por supuesto, sus metas personales.
4. Salude amablemente y con tiempo a sus compañeros de trabajo. Parece algo obvio y menor, pero es clave saludar con amabilidad y sin premuras cuando se llega al trabajo. Ayuda a un buen clima laboral y a sobrellevar mejor los posibles desencuentros que se producen a lo largo de la jornada.
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