Hasta los 40 años, Nigel Marsh había sido, según sus propias palabras, “un guerrero empresarial clásico: comía demasiado, bebía demasiado, trabajaba muy arduamente y estaba descuidando a la familia”. Esto lo dijo en una conferencia que brindó en TEDxSydney en el año 2010.
En ese momento tomó una decisión drástica: “Me retiré del mercado laboral y pasé un año en casa con mi mujer y mis cuatro hijos”. Con humor agregó: “Pero todo lo que aprendí del equilibrio vida-trabajo en ese año fue que me pareció bastante fácil equilibrar el trabajo y la vida cuando no tenía trabajo. Esto no es muy útil sobre todo cuando se termina el dinero”.
Decidió volver a trabajar y a estudiar y escribir sobre el equilibrio entre vida y trabajo. En 2007 publicó el libro “Observations of a very short man: An amateurs guide to life” y en 2011 “Fat, 40 & Fired. The year I lost my job and got a life”.
“Tengo 4 observaciones que me gustaría compartir hoy”, señaló en la charla.
La primera es que “si la sociedad quiere avanzar en esta cuestión hace falta un debate honesto”. Las discusiones sobre “el horario flexible, los viernes de vestimenta informal, o el permiso de paternidad sólo sirven para enmascarar el tema principal que es que ciertos empleos y opciones de carrera son fundamentalmente incompatibles con un compromiso significativo en el día a día con una familia joven”.
El primer paso, para Marsh es reconocer la situación en la que estamos.
La segunda observación es “que tenemos que enfrentar la verdad de que los gobiernos y las empresas no van a resolver el problema por nosotros. Tenemos que dejar de mirar para otro lado; depende de nosotros como individuos tomar el control y la responsabilidad del tipo de vida que queremos llevar. Si uno no piensa su vida alguien lo hará por uno y puede que a uno no le guste la idea de equilibrio del otro”.
La tercera es que “que tenemos que tener cuidado con la ventana de tiempo que elegimos para evaluar el equilibrio”. Los logros requieren de tiempo. “Tenemos que ser realistas. No se puede hacer todo en un día”.
La cuarta observación es que hay que abordar “el equilibrio con equilibrio”. Cita un ejemplo de una amiga, con una vida totalmente dedicada al trabajo, que luego de leer el libro de Marsh, decidió “anotarse en un gimnasio”. Marsh, entre bromas, dice “No quiero burlarme pero ser una rata de oficina en forma no es más equilibrado, es estar más en forma”.
Sobre el final dice: “la idea es que las pequeñas cosas cuentan. Tener más equilibrio no significa cambios dramáticos en la vida. Con pequeñas inversiones en los lugares correctos uno puede transformar radicalmente la calidad de sus relaciones y la propia calidad de vida”.
Para acceder a la charla (con subtítulos en español), haga clic en este link.
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Imagen: Nigel Marsh en TEDxSydney, 2010.
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