Nota escrita el 4 de Julio de 2011.
Hoy, 4 de julio a las 4 de la tarde robaron a Natalia. Iba caminando por Canelones y Jackson para encontrarse con Lorena en una reunión de trabajo allí cerca. Volvió llorando a la oficina. Dolorida por el golpe contra el piso y por los forcejeos que hizo resistiendo el ataque de un muchacho que le robó la cartera.
Natalia trabaja con nosotros. Es una madre joven que tiene dos hijos y trabaja todo el día. Es una gran persona. Es eficiente y se preocupa de mejorar cada día. Es alegre. Tiene garra. Es de espíritu muy fuerte. Encara los problemas como desafíos y no como amenazas. Resuelve. Toma decisiones. Es excelente. En la oficina la queremos mucho y valoramos todos sus aportes. No me extraña que haya resistido con todas sus fuerzas el ataque.
Natalia es una más de las víctimas de la inseguridad que reina en Uruguay. Y tuvo mucha suerte. Solo le robaron la cartera y quedó un poco machucada, nada más. Te das cuenta; estoy festejando que no le pasó más nada….estoy loco?…no! Estoy muy contento que no le pasó nada más. Estoy feliz porque no la apuñalaron ni le pegaron un tiro…estoy feliz porque está viva.
Pensándolo mejor: sí, estoy loco. Porque festejar que sólo le robaron la cartera y la empujaron al piso y lucharon con ella es, para decir lo menos, estar loco. Estar contento porque “no le paso más nada!!!!”??…
Hace tiempo que estoy por escribir un artículo titulado “Y…nos acostumbramos…” pero nunca lo termino. A cada rato encuentro algo más para escribir.
Nos acostumbramos a la mugre insoportable de la ciudad, a los caballos cagando en la calle tirando de los carritos repletos de desperdicios con gente desgraciada condenada a la pobreza y a la marginalidad. A ver a esos pobres niños, jóvenes y veteranos, metidos dentro de los contenedores hurgando. Y a eso, algunos le llaman un trabajo.
Nos acostumbramos a los “acomodadores/cuidadores” de automóviles, que hacen su “trabajo”. Nos acostumbramos a que en cada semáforo nos acosen los limpia-vidrios, haciendo su “trabajo”. Nos acostumbramos a que haya gente viviendo en la calle, haciendo cualquier cosa en a calle, eventualmente muriendo en la calle.
Nos acostumbramos a tener cada vez mas empleados públicos, a que hayan paros sistemáticos donde, por ejemplo, no te dan la información que te pertenece en Registros Públicos (si, la información es tuya, pero los muchachos no te la dan y por eso trancan la operativa de todo). Nos acostumbramos a las ocupaciones.
Nos acostumbramos a ser casi los peores en “la tabla” del descenso en la educación. Y así sucesivamente. Y nos acostumbramos a que los políticos de turno nos expliquen las razones. Encuentren las justificaciones, las excusas, los pretextos. Hábiles declarantes, diría yo.
Todo esto pasa en el período en que la economía uruguaya ha experimentado la mayor bonanza de su historia. En dos períodos en que se han tenido las mayorías parlamentarias que nunca se han tenido. Así que si de recursos se trata, no hay excusas. Y si de poder se trata, tampoco.
En fin, como quiero hacer la lista completa, nunca puedo terminar el artículo.
Entre todas las cosas para escribir en el árticulo, nos acostumbramos a la inseguridad. Hoy festejo que a Natalia le robaron la cartera y solo quedo un poco golpeada.
Sí, nos acostumbramos a que roben y lastimen (cuando no dejen paralíticos o maten) a nuestros amigos, familiares y compañeros que tienen trabajos de verdad. Que se rompen el alma, todos los días, en forma honesta, para poder vivir.
Por eso me di cuenta que debo estar loco. Festejar que no le pasó nada más!? No puedo festejar eso. Tengo que reclamar que realmente quien tiene la responsabilidad se haga cargo. Ese es el Ministro del Interior. Es el ejecutivo. De lo que hace un ejecutivo, sé algo.
Así que Señor Ministro: No más Pálidas! No me explique el porqué. No me dé las excusas. No más pretextos. Déjese de echarle culpas a otros. Hágase cargo y resuelva el tema. Esa es su responsabilidad. Salvo que confiese que no puede (en cuyo caso deje su lugar a alguien que sí pueda). O salvo que confiese que no quiere. Me rehúso a pensar esta última. Pero quizás me equivoque.
Enrique Baliño
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Es la indignación que sentimos muchos. Pero la cuestión es: ¿de qué nos sirve? No importan los argumentos, a la gente que actualmente gobierna le importa un soberano bledo lo que piensa y siente la gente que vota y que paga sus sueldos. Si nos roban, asesinan o secuestran, pues es nuestra mismísima culpa. Como cierta vez me dijeron en Presidencia de la República: “la culpa es suya y de toda la sociedad por no ir a colaborar y a hablar con la pobre gente”. Con este enfoque de pensamiento es un imposible llegar a buen puerto. Hablan de igualdad y nunca hubo tanta discriminación y clasismo en este país. Ya misia natura se encarga de crear desigualdad porque no todos los seres humanos nacen igualmente dotados. ¿Qué es lo que logra mitigar este reparto desigual? Ni más ni menos que la educación. Vaya novedad. ¿Y qué hacen para igualar estos señores que actualmente gobiernan? Pues ahondan la brecha entre educación pública y privada. Se podría seguir pero todo me suena a paparrucha y no sirve para nada. Se me ha cruzado la idea de que esta gente no quiere una población educada y capacitada que realmente tenga la oportunidad de dar un salto hacia delante, se me ha ocurrido que quieren un populacho inculto y dependiente que asegure algunos votos más.
Buena suerte, todo me suena a imbecilidad y a pérdida de tiempo.
Les llamo la atención a la falta de cumplimiento, sin duda un error pero grave falta al fin, de publicar el email de un lector que dio su dirección de email confiando en “no lo publicaremos”
Espero que enmienden a la brevedad ese mal paso
Saludos
Hola, me podrías decir donde está este error? No lo logro encontrar!
Gracias,
Fernando
Fernando, al pie de la página en “Deja un comentario – Nombre (required) Mail (no lo publicaremos) Website
se ve el nombre y el email de la persona que publicó el comentario…¿o solamente yo puedo verlo?
Creo que por algún motivo sólo lo podés ver tu. Me podrías decir que e-mail ves? Es un error grave y lo quiero solucionar inmediatamente, así que gracias por tu colaboración.
Enrique, primero publiqué un comentario bajo el seudónimo de open eyes con un email que no debió ser público, para sacarlo del camino publiqué lo que ya sabes como Fulano con un email que no me importa y ahora este último con un email trucho Siempre sale el último publicado, de manera que ya no tiene importancia mi planteamiento. Igualmente espero lo solucionen, seguramente a muchos de tus seguidores no les importará que se sepa su correo pero por razones muy válidas, a mi si me importa.
Saludos
“Fulano” — probe en varias computadoras y nunca puedo ver tu e-mail. Seguramente solo lo podes ver vos porque por algun motivo estará linkeado tu comentario con tu IP. Si te fijas en los otros comentarios de otras personas en otras entradas, vas a ver que su e-mail no aparece. Por favor fijate en otras computadoras o en otras locaciones si podes ver tu e-mail en algun lado. Lo de no publicar el e-mail es una funcion automática de WordPress. Perdoname que te lo vuelva a decir, pero asegurate que lo que estas viendo no sea solamente en tu computadora, o que sea ANTES que el comentario haya sido aprobado. Si el comentario NO esta todavía aprobado, solamente tu podes ver tu correo.
Señor Enrique Baliño:
No puedo menos que estar de acuerdo en un 100% con todo lo expresado en este brillante artículo.
Inclusive yo agregaría que hasta aquí, en el otrora tranquilo interior, la cosa se está poniendo día a día más difícil: hurtos, rapiñas, copamientos, menores que se “fugan” cuando se les ocurre, ante la total inoperancia del famoso INAU, etc. etc. etc.
En resumen: la situaciòn está cada vez peor, no le veo salida, el delito está fuera de control y los políticos de turno solo se preocupan de fomentar la vagancia y el ocio, manteniendo parásitos que no trabajan y viven de la recaudaciòn de los innumerables impuestos que religiosamente se deben pagar.
Y el sub-secretario del interior, muy suelto de cuerpo, exhorta a todos a que se dejen robar, que no se resistan, todo esto es increíble.
Triste panorama.
Le saluda atentamenrte:
Alberto Machado
(ROCHA)
Señor Enrique Baliño:
Tengo el agrado de hacerle llegar seguidamente, copia de un mensaje electrónico enviado en los últimos días de Enero del corriente año, a un amigo radicado ahí en Montevideo.
Le comento que me desempeño como guardia de seguridad privado, contratado por una empresa local, que brinda cobertura a la Cooperativa Médica de Rocha (CO.ME.RO.)
A través de su lectura, verá usted cómo están las cosas en este lugar del este uruguayo (y ni hablar que las cosas empeoran día a día):
“Estimado amigo Mario:
Te comento lo sucedido en la madrugada del pasado martes 25 de Enero, mientras estaba cumpliendo mi turno en el horario de la noche, en el Sanatorio Rochense:
A las dos de la mañana, me informa una persona que transitaba casualmente por calle Treinta y Tres, que varios menores (aparentemente un total de cuatro individuos) intentaban llevarse dos motos, estacionadas frente a la entrada de emergencia, por donde salen las ambulancias. Cuando fui a mirar, acompañado del chofer de guardia, vimos una moto atravesada y abandonada en medio de la calle, sin llegar a ver a los supuestos menores.
Ante la presunción de que la moto fuera hurtada, opté por llamar a la seccional 1ra.de Policía, cuyo personal se hizo presente de inmediato, llevando el vehículo a dicha comisaría. A los pocos minutos, el oficial a cargo llamó telefónicamente, solicitando se verificara si faltaba alguna otra moto, ya que minutos antes, habían detenido a dos menores que se desplazaban por Ruta 9, frente a la estación de servicio Ancap. También informaron que se trataba de dos fugados del hogar de varones de INAU, ubicado detrás del Batallón de Infantería N° 12, sobre Ruta Nacional N° 9.
Consultado el personal del Sanatorio, efectivamente, una enfermera que trabajaba en Planta Alta detectó que le faltaba su moto, estacionada sobre calle Treinta y Tres. Concurrió a la comisaría, reconociendo su vehículo. Posteriormente el personal policial reintegró a ambos menores al hogar de INAU.
La sorpresa de todos aumentó cuando, siendo la hora 4.00, la policía retornó para tomarnos algunos datos personales y nos manifestaron que dichos menores, a los pocos minutos de haber sido alojados en dicho hogar, volvieron a fugarse, hurtando otras motos y dirigiéndose en las mismas al balneario La Paloma, por Ruta 15. Advertida la policía del hecho, instaló un operativo en el empalme a La Pedrera, para detenerlos.
Y para finalizar el novelón, cuando estaba entregando la guardia a mi compañero, a la hora 6.00, se nos acerca una persona que se encontraba acompañando a un familiar internado en Planta Baja, denunciando que le faltaba su moto (la quinta de la noche), casualmente estacionada cerca de la que había desaparecido en primer término. Se hizo la respectiva denuncia, apareciendo nuevamente el mismo patrullero. Yo me retiré a las 6.30 y no sé cómo siguió el relajo.
Pienso que la situación vivida da para formular algunas reflexiones:
– El hogar de varones de INAU de Rocha no ofrece la menor garantía de contención a los menores allí alojados, ya que salen cuando se les antoja.
– Según pude saber, los funcionarios ni siquiera se molestan en pasar llave en las puertas de acceso del local y no existe control de la cantidad de internados existente, por lo que las “fugas” se conocen por las denuncias que efectúan los vecinos afectados por los hurtos perpetrados por los mismos.
– Es grande la molestia de la policía y de la población de este Departamento con la dirección de dicho Hogar, que se caracteriza por no dar nunca la cara y no se hace responsable de los continuos delitos perpetrados por los menores a su cargo. Tal como es típico en los empleados públicos de este país, se limitan a “hacer la plancha”, total… el sueldo llega igual a fin de mes y además son inamovibles…
– Debo reconocer que la policía actuó con corrección, rapidez y eficiencia, pero el personal está trabajando con las manos atadas, debido a las absurdas reglamentaciones del Código de la Niñez y Adolescencia, aprobadas por los políticos incapaces que nos gobiernan.
– Nos encontramos en un país muy poco serio, donde los menores de 18 años tienen licencia e impunidad para matar, robar, rapiñar, hurtar, etc., mientras la mayoría parlamentaria oficialista mira para el costado y no se compromete a buscar soluciones drásticas y ejemplarizantes con el creciente número de delincuentes jóvenes (mal llamados “menores”), que tenemos que mantener y que nos hacen la vida imposible.
– Mientras que en la mayoría de los países desarrollados, la edad de imputabilidad llega a los 14, 15 ó 16 años, aquí en Uruguay seguimos anclados en el pasado; además, los propios partidos políticos que se oponen a bajar dichas edades, permiten que sus simpatizantes menores de edad voten a sus candidatos, en las elecciones internas, toda una hipocresía y un contrasentido. Sin olvidar que al cumplir los 18 años, estos “menores” quedan limpitos, ya que se eliminan sus antecedentes, por frondosos que sean. Es de Ripley . . . . . . .
Podría seguir razonando largo rato más sobre el tema, pero por ahora creo que es suficiente. Lo cierto es que aquí en Rocha hemos perdido la tradicional tranquilidad y las cosas se ponen cada vez peor. Hay que aguantar los robos, la perrada suelta en las calles, el descontrol de las carreras de motos, los ruidos molestos permanentes y los “nenitos” del INAU, entre otras cosas. Estamos hartos de tanto libertinaje, descontrol y permisividad.
Cordiales saludos
Alberto Machado