“Los ojos están ciegos. Es necesario buscar con el corazón”.
“Ya se trate de la casa, de las estrellas o del desierto, lo que los embellece es invisible”.
“He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”.
“Cuando el misterio es demasiado impresionante no es posible desobedecer”.
“No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo lo hice mi amigo y ahora es único en el mundo”.
“Lo que embellece al desierto es que esconde un pozo en cualquier parte”.
“Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; comenzaré a ser feliz a las tres”.
“Derecho, siempre adelante de uno, no se puede ir muy lejos…”
“Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que a los demás. Si logras juzgarte bien a ti mismo eres un verdadero sabio”.
“Las personas grandes aman las cifras. Cuando les habláis de un nuevo amigo, no os interrogan jamás sobre lo esencial. Jamás os dicen: ‘¿Cómo es el timbre de su voz? ¿Cuáles son los juegos que prefiere? ¿Colecciona mariposas?’. En cambio, os preguntan: ‘¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos tiene? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?’. Sólo entonces creen conocerle”.
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Imagen: Dibujo de El Principito, de Antoine de Saint Exupery.
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