Muchas veces escuchamos que el problema es “cultural”. Últimamente lo hemos escuchado de boca de personalidades de nuestro país. Podemos o no estar de acuerdo con esta opinión. Sin embargo, en lo que no podemos estar de acuerdo es en que la famosa “cultura” es una fatalidad. Traducido al español, eso quiere decir que el problema no es solucionable. Por lo menos, quiere decir que la persona que piensa que el problema es “cultural” está convencida que el problema no es solucionable.
En primer lugar corresponde señalar que los famosos problemas “culturales” no son fatales. La cultura se puede cambiar. Es más, la cultura se crea todos los días. Esto está más que probado, no solo académicamente, sino empíricamente. Hay miles de ejemplos en el mundo. Así que quien piense que los problemas “culturales” no son solucionables, está ignorando algo muy importante: que también es responsable de la construcción de la cultura en la que vive.
En segundo lugar, y quizás más importante, es que quienes piensan así, están convencidos que el problema no tiene solución. Por lo tanto, no van a hacer nada al respecto. Esto es muy malo si uno es un ciudadano común y corriente. Pero es terrible si quien piensa así está en una posición de mando y ocupa un cargo con poder.
Por eso es necesario tener buenos líderes en la cima. Los buenos líderes están convencidos que el problema tiene solución y van a hacer todo lo necesario para resolverlo. No le van a echar la culpa a la “cultura” (ni a ninguna otra cosa). Se hacen responsables y mueven cielo y tierra para que las cosas cambien.
Extracto de “No más Pálidas. Cuatro Actitudes para el Éxito”.
“Cultura organizacional:
La “cultura organizacional” es un concepto abstracto, a menudo difícil de asir, pero con una materialidad incontestable. Se trata de una fuerza determinante de lo que los miembros de la organización piensan, sienten, dicen, hacen y producen.
La “cultura” de una organización puede ser definida como la “programación colectiva de las mentes humanas”, y se evidencia de manera muy clara en la forma en que la gente habla (sus expresiones verbales) y sus comportamientos (que son causa y consecuencia de sus pensamientos y actitudes).Los grupos humanos no son iguales, tienen personalidades propias, se distinguen entre sí por una mentalidad y comportamientos compartidos. Por una cultura compartida.La cultura organizacional es una fuerza que determina el éxito o no de la empresa y de cada uno de sus miembros.
Como organización o sociedad nos va mejor o peor por razones culturales, por la programación colectiva de nuestras mentes y corazones. Pero esto se puede cambiar. No es una fatalidad. No es una realidad inmodificable. El factor cultural condiciona la suerte individual y colectiva, pero no es inmune a la influencia causada por lo que pensamos, decimos y hacemos. Las actitudes que impulsan el éxito, modelan lo que decimos y hacemos y, a su vez, estos dichos y actos crean la realidad cultural que nos condiciona.
Hemos aprendido que las culturas organizacionales pueden cambiarse para que luego estas nos cambien a nosotros.”
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