Por: Carlos Pacheco | Sigue a Carlos en:
El miércoles 10 de octubre presenté mi último libro, la novela juvenil “El caso Michael Jackson”. En el público la mayoría eran niños y adolescentes de escuelas y de liceos públicos.
Me preguntaron por la novela, lo que me había inspirado a escribirla, cuál era mi personaje favorito, si lo habían leído mis hijos, si conocía una leyenda de una “llorona” en el Parque Rivera, cuál de mis libros era mi preferido, de qué equipo de fútbol era… si tenía algún parentesco con Tony Pacheco. Todas las preguntas me encantaron y fue una hermosa muestra de una diversidad de intereses. Lo más me gustó fue el entusiasmo y la alegría de los niños y jóvenes.
En un momento, un niño me preguntó “¿Qué libros escribiste?”. Comencé a mencionarle los libros que había escrito y al final dije: “Además ayudé a un amigo, a Enrique, a escribir el libro No Más Pálidas”. Escuché un murmullo y un niño me preguntó: “¿Vos escribiste No Más Pálidas?”. Le contesté que sí, y escuché que hablaban entre ellos.
Intrigado, le pregunté al niño: “¿Ustedes conocen No Más Pálidas?”. Varios respondieron que sí y uno de ellos me explicó: “Leímos una parte del libro en la escuela”.
Mientras escribíamos el libro, con Enrique hablamos muchas veces sobre la repercusión que podría tener el libro entre los lectores, pero nunca nos propusimos que su mensaje llegara tan lejos: a los niños y a los salones de clase de escuelas públicas.
El hecho de que así sea no es sólo virtud de libro. Mucho más importante es que hoy hay muchos maestros y docentes en Uruguay, que más allá de los debates sobre reformas y planes educativos, desde su lugar, le transmiten a los niños confianza en sí mismos.
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LOS FELICITO POR TRANSMITIR TAN GENEROSAMENTE CLAVES PARA MEJORARNOS Y CON ELLO EL MUNDO QUE NOS RODEA. MUCHAS GRACIAS.