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La Cima del Cerro

La Cima del Cerro | Ver Otras Historias

(Seudónimo: EssE)

Cierto día la clase de Juan fue de paseo a Piriapólis y visitaron el cerro Pan de Azúcar, muchos niños estaban entusiasmados con ver los animales de la reserva del parque, por lo que las maestras les permitieron visitarla, con la condición de que no pasarán los límites de la misma
ni se separaran del grupo por seguridad. Así que Juan y unos amigos mas se apresuraron a entrar y en unos instantes los cinco niños ya habían recorrido el zoológico y se encontraban frente al ingreso al cerro. Subamos dijo Juan. Es muy peligroso, dijo Nico, además la maestra Clara nos lo prohibió, agrego. Debe ser magnifico ver el paisaje desde allí arriba dijo Santiago, yo voy. Y así cuatro de los niños se encaminaron hacia la cima… Al principio el camino era claro y estaba bien marcado, pero en un momento no hubo mas marcas y varios senderos aparecieron, había que tomar una decisión Javier decidió que era mejor regresar a la seguridad del parque y olvidar la locura de subir al cerro, pero el resto de los chicos no lo escucho y se debatían por cual camino elegir. Luego de debatir un rato y decir con un piedra papel o tijeras, los chicos decidieron separarse y a la tarde contarse como les fue

A la tarde Juan y Luis se encontraron en el parque para contar su experiencia. Juan contó como había elegido el camino del medio pues supuso que este lo mantendría alejado de los riesgos tanto de caer por un barranco del cerro como de encontrarse algún bicho en la ladera, y así fue, no corrió ningún riesgo, pero tampoco llegó a ningún lado y después de caminar por horas desistió y volvió al parque.

Luis contó que eligió el camino interno porque había observado que el camino marcado era siempre interno, y supuso que ese era el verdadero camino. Pero después de caminar y caminar sin llegar a nada también decidió volver.

Ahora solo quedaba saber que suerte había corrido Santiago y porque aun no había
llegado, ¿se habría perdido? Esperaron cerca de dos horas los dos amigos nerviosos por su compañero, hasta que decidieron contarle todo a la Maestra y cuando se dirigían hacia el a ven a Santiago… ¿que te paso? Le preguntaron sus compañeros ¿llegaste a la cima? ¿por que demoraste tanto? Y Santiago empezó a contar…

“Yo tome el camino que quedaba, al borde del cerro y mientras caminaba y disfrutaba del paisaje y de las aves que sobrevolaban camine horas sin notarlo, y cuando quise acordar llegué a la cima, la vista allí es aún mejor, y la cruz que desde acá parece chica, es inmensa, hasta subí a ella y todo… pero luego de un momento mientras miraba fascinado descubrí que los demás caminos también terminaban en la cima, así que me quede a esperarlos, y como al final no llegaron bajé para ayudarlos a que ustedes puedan completar su camino…”

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